El jamón ibérico proviene de una raza pura que destaca por su color negro. La única excepción es la variedad conocida como la “manchada de Jabugo”. Esta variedad tiene tonalidades rojas y negras, y en general suele tener la pezuña negra. Podemos encontrarlos lampiños o peludos y, habitualmente, el
cerdo ibérico es más pequeño en tamaño y más musculoso que el cerdo blanco.